Son jarocho, música de tres continentes

México/Notimex. Para dejar huella de una música que surgió gracias al poder de la multicultura y, por ende, al aprendizaje de las costumbres y raíces musicales de diferentes pueblos, desde hace más de 13 años existe el grupo de son jarocho Cucalambé.

      “Somos cuatro músicos originarios de Tlacotalpan, con raíz afrodescendiente. Cucalambé era el sobrenombre de un poeta cubano que hizo toda una corriente poética que trova mucho a la naturaleza y al amor, y nosotros creemos que viene muy bien a un grupo de son jarocho”, declaró en entrevista con Notimex Paco Sandria, integrante del grupo.

      Paco Sandria comentó que a diferencia del son huasteco, que son grupos que tienen muy definida su integración, generalmente en tríos en los que se toca el violín, la huapanguera y la jarana, el son jarocho tradicionalmente es una música un poco más abierta a la instrumentación y la principal diferencia es la manera de interpretarlo.

      —El son jarocho, a pesar de que hay cosas que siempre deben de existir, como la jarana y la guitarra de son, también tiene otra orquestación, que va cambiando; algunos instrumentos pueden estar o no estar, como el arpa, como el mosquito, que es una jarana pequeña, el marimbol, la leona o el güiro—, detalló.

      Por ello, acotó, el son jarocho es más libre; “a veces se puede improvisar un poco en los ritmos, claro, no se puede desprender tanto de su raíz tradicional, pero me atrevería a decir que resalta más la raíz africana en el son jarocho que en otros sones, como el son huasteco».

      Para el músico, el son jarocho se ha nutrido sobre todo de la raíz española, pero “también tiene que ver mucho la raíz portuguesa, tanto lo que se bailaba y tocaba en Portugal, como las aportaciones de los africanos esclavizados en la época de la colonia en el Continente Americano».

El son jarocho en México

Paco Sandria también relató la influencia musical de origen africano en México, que al igual que las personas, se fue extendiendo hacia los pueblos de costa, “no solamente se quedaba en los puertos, sino que fue migrando a lugares cálidos en toda la región del Sotavento, que incluye de Veracruz y una parte de Tabasco; ahí está raíz dio un fruto: el son jarocho».

      Al respecto, para quien toca la jarana en Cucalambé en México el son jarocho se origina en las haciendas, en las rancherías. “La gente llamada jarocha, aparte de la siembra y la cosecha, era gente con buenas habilidades para la crianza de ganado. En estas haciendas empezaron a hacer fiestas y se empieza a tocar esta música, que también tiene influencia barroca y hay una interpretación indígena y africana».

      Sin embargo, puntualizó que algo hay une a todos los sones mexicanos y afroantillanos, “la lírica a la naturaleza y a los sucesos. Como trovadores de sucesos, muchos versos se comparten con el son huasteco y con distintas zonas en el caribe, ya que, como las personas, las música también migra».

      Lo último significa que “antes no existía esa división de ´esto es son jarocho, esto es un cubano´, sino que los temas se van repitiendo y, a veces, hasta las mismas coplas tienen un nombre parecido o incluso hasta el mismo nombre, como la canción de ´La iguana´; esta canción se toca en distintas regiones del país y esto indica que el origen del son es compartido».

      Así, recalcó que es necesario reconocer que la cultura jarocha se nutre de muchas culturas, “no se puede decir que el son jarocho fue creado por veracruzanos para Veracruz o es algo meramente de origen mexicano, creo que caeríamos en una mentira, a pesar de que, efectivamente, distingue mucho al pueblo veracruzano».

      Por último, Sandria, en nombre de Armando Aguirre, Juan Pablo Sosa y Javier Sánchez, el resto de los integrantes de Cucalambé, invitó a disfrutar toda esta historia y escucharlos el jueves 23 de abril a las 20:15, o en retransmisión el viernes al mediodía, desde las redes sociales de la Secretaría de Cultura federal, “para gozar del poder y la raíz del son jarocho».

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