¿Sabías que en Xalapa se voló el primer globo aerostático de América?

Redacción/Xalapa.- De acuerdo con la tradición, los pioneros de los globos aerostáticos se inspiraron en las ideas de genios como Arquímedes o Leonardo da Vinci, quienes sembraron los principios básicos de la aeronáutica a nivel mundial.

Fue en el siglo XVIII cuando la ciencia reveló que existían gases más ligeros que el aire lo cual hacía posible el sueño de volar aprovechando la existencia de estos “nuevos” elementos químicos.

Ese descubrimiento, que avivó la imaginación de no pocos osados, permitió a los hermanos de origen francés Joseph y Etienne Montgolfier iniciar los primeros experimentos hacia 1782; a sus globos se les llamó montgolfieros. Un año después, un profesor y físico (también francés) de nombre Charles, construyó e infló un aeróstato con hidrógeno; finalmente, el 21 de noviembre de 1783 el marqués de Arlandes y Pilatre de Rozier realizó el primer viaje en globo volando alrededor de 8 km sobre la ciudad de París a una altura de 1,000 m durante 25 minutos.

En México los primeros vuelos fueron realizados por José María Alfaro en Xalapa, en 1784, y por Benito León Acosta, quien, en 1842 y con un globo de manufactura nacional, viajó de la ciudad de Guanajuato a Río Verde en San Luis Potosí.

Alfaro consiguió elevarse por el cielo y voló de Xalapa a Coatepec, en una mañana del 18 de mayo. El lugar de despegue fueron las llanuras de Los Berros frente a toda la población local. El globo de Alfaro logró alzarse un máximo de 800 metros y recorrió la distancia de nueve kilómetros hasta que el aire de su globo se enfrío y aterrizó poco a poco en la entrada de Coatepec donde fue recibido por los hospitalarios habitantes de la zona.

Por su parte la hazaña ejecutada por el guanajuatense el 26 de febrero de 1842, cuando se elevó en globo en su ciudad natal, a 60 años cumplidos del primer vuelo francés, fue en su momento un gran acontecimiento por lo que fue considerado como un verdadero héroe, pues fue el primer mexicano en volar.

Desde las primeras horas de la mañana se hallaban reunidos los habitantes de la ciudad en la explanada o plazoleta que existía junto al puente de San Juan, y que hoy forma parte de la gran plaza de la Presa de la Olla.

El globo se elevó en medio de los más estruendosos aplausos. El vuelo, aunque no concluyó en la meta planeada (Dolores Hidalgo), fue exitoso hasta Río Verde, en San Luis Potosí. Al día siguiente Don Benito regresó a la capital guanajuatense y fue colocada una placa conmemorativa en la casa donde nació, en la plaza llamada de Mejiamora.

Así fue como se dieron los primeros pasos de la aerostática nacional. Si hoy te gustaría subirte a un globo, puedes hacerlo en la festividad anual de León, Guanajuato o en su versión más local en Perote.

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