Poliamor ¿Más de una pareja?

México/Oronoticias. Laura tenía 21 años cuando conoció el concepto del poliamor y, si bien le pareció interesante la posibilidad de que varias personas se relacionan afectiva y sexualmente de forma simultánea, consideró que eso no era para ella. Cumplidos los 27 cambió de opinión y su noviazgo de casi 6 años se transformó de una relación monógama a una más abierta.

“Cortábamos y regresábamos -narra a Oro Noticias-, hubo
infidelidades y fueron éstas las que nos hicieron preguntarnos por qué ser
fieles si no estamos cómodos sólo estando con el otro, ¿pero nos queremos
mucho?”

Le planteó a su novio la posibilidad de tener una relación
poliamorosa. Él no accedió sino hasta que se topó con otra joven y fue entonces
que decidió abrirse a probar y tener dos parejas.

UNA CUESTIÓN DE ACUERDOS

Para Laura no fue tan sencillo pues, durante el año que se
dio esta dinámica, los celos de él no le permitieron vivir plenamente su parte
de la relación, dando cuenta de lo complicada que puede resultar la convivencia
cuando hay posesión de por medio.

Y es que el encanto de las relaciones poliamorosas, refiere,
está en los acuerdos a los que se atienden los involucrados y que pueden ser
tan distintos como personas inmersas en la relación. Por ello, conceptos como
fidelidad o infidelidad quedan de lado, para dar pie a la lealtad o deslealtad
hacia los acuerdos y a la responsabilidad afectiva para con los otros, pues
embarcarse en un poliamor es demandante, dado que amerita esfuerzo y muchos
cuidados para varias personas.

“MI FAMILIA NO LO SABÍA”

Y si de retos hablamos, también está la percepción de una
sociedad morbosa; motivo por el cual, las personas necesitan un ambiente
seguro.

“En mi círculo de amistades no es un tema tabú, entonces me
sentía muy acogida, sin embargo, no era algo que pregona a diestra y siniestra;
mi familia no lo sabía”, nos explica al tiempo que describe el temor de una
sociedad que estereotipa a los demás por su forma de relacionarse.

Entrar pues al terreno de las relaciones no monógamas es
adentrarnos a un universo de posibilidades tan variadas como personas, gustos y
preferencias hay en el mundo, pero parte de la belleza, nos dice Laura, es
saber que hoy puedes estar en una relación poliamorosa o mañana quizá en una
trieja -forma en que se denomina al grupo de tres personas que tienen entre sí
una relación afectiva y sexual- pero hay sorpresas y el cambio es constante,
pues como refiere, “aquí nada está tallado en piedra”.

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