La niña malcriada, un cuento bailado

México/Notimex.  Los más pequeños del hogar podrán adentrarse al mundo del ballet con la puesta en escena La Niña malcriada (La fille mal gardée), en donde con la ayuda de un narrador entenderán mejor tal historia que durante este fin de semana ofrece sus dos últimas presentaciones en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes.
     

En el escenario, un hombre con sombrero de copa relata que fue invitado a participar en la puesta en escena del Ballet de la Ciudad de México, compañía que se encargará de bailarles un cuento protagonizado por “Lizet”, hija de la viuda “Simone”, quien quiere buscarle un marido, para lo cual pide ayuda a unas casamenteras.
     

Es así que en el escenario aparecen bailando varias chicas junto con “Lizet”, a quien no le interesan los planes de su madre, pues ella está enamorada de “Colás”, un joven campesino que también se hace presente, por lo que el coqueteo no se puede ocultar entre ellos; sin embargo, a la joven ya le tienen un prospecto: “Alain”, un chico feo y bobo pero hijo del comerciante rico “Thomas”.
     

El narrador, quien aparece durante tres ocasiones para explicar a los asistentes la siguiente escena, incluso al inicio de la función les habla sobre la mímica que usan los bailarines y el significado de varias señas que verán en el escenario, les adelanta que para que los jóvenes se conozcan sus familias les organizan un día de campo.
     

Es así que mientras “Lizet” solo intenta escaparse para ir a buscar a su amado, a “Alain” sólo le interesa poder atrapar mariposas, por lo que todo el tiempo carga consigo una red y se la pasa dando saltos por todos lados; únicamente los padres de los muchachos están interesados en que el noviazgo fluya. El clima no benefició a las familias, y con ayuda de pantallas y sonidos, una tormenta se presenta.
     

Aunque “Simone” en distintos momentos se la pasa dándole nalgadas a su hija por portarse mal e intentar escapar con “Colás”, quien a su vez emplea cualquier maña para poder estar cerca de “Lizet”, al final el amor será el triunfador en esta puesta, los vestuarios estilos campiranos también resultan un atractivo visual para el público, en donde las risas de los pequeños son una constante.