El dardo envenenado de Bradley Cooper contra Cillian Murphy en plena carrera por el Oscar

Aunque está muy lejos de ser el favorito para ganar la estatuilla, Bradley Cooper se niega a darse por enterado. El estadounidense comparte una obsesión con todos sus colegas: Quiere un Óscar. Lo único que lo diferencia del resto es que Bradley Cooper no se esfuerza por disimularlo. Ha sido nominado ocho veces (tres como productor, cuatro como actor y una como guionista), y está a punto de saber si su función orquestal en Maestro, actualmente en cines en España y que Cooper dirige, protagoniza, escribe y produce, le proporciona alguna más.

De acuerdo con CINEMANÍA, por él, desde luego, no va a quedar. El protagonista de El francotirador ha calibrado su arma para la temporada de premios y ha empezado a disparar confesiones (de esas que sólo tienen una razón de ser: la estatuilla dorada) como la relativa a que todavía conserva la carta de rechazo de Michael Mann tras su audición para Enemigos públicos. Aún no ha llegado, eso sí, al extremo de Will Smith en 2022 (justo antes del bofetón), cuando el actor reveló, entre otras cosas, que había tenido tanto sexo durante el rodaje de El príncipe de Bel-Air que desarrolló una curiosa reacción: a veces, durante un orgasmo, vomitaba. En fin: Los Oscar.

La línea que sí ha cruzado, presuntamente, Bradley Cooper es la de tirotear a sus propios rivales, a pesar de que estos (también presuntamente, un presuntamente que habría que poner entre comillas aún más gruesas) no parezcan demasiado interesados en ganar un premio. Su primer objetivo, Cillian Murphy.

Como cada año por estas fechas, Variety ha convocado su serie Actors on actors, en la que varias parejas de previsibles candidatos al mayor galardón del cine (en esta ocasión, y por algún motivo, con la excepción del equipo de Los asesinos de la luna) mantienen una conversación. En el caso de Cooper, su media naranja fue Emma Stone, que parece destinada a añadir un segundo Óscar a su cuenta por Pobres criaturas. Y, entre frase y frase distendida, sin que ni siquiera Stone fuera consciente de ello, parece que Bradley Cooper tuvo a bien enviarle un recado a Cillian Murphy, favorito al premio por Oppenheimer.

“No podrías haber hecho Pobres criaturas sin una enorme cantidad de preparación”, dijo Bradley Cooper, para añadir, a continuación, que tampoco él podría haber trabajado en Maestro sin tiempo suficiente. Hasta ahora, no parece tratarse de más que un autohalago por persona interpuesta. Pero este elogio hizo enarcar más de una ceja con la frase, a priori redundante, que Cooper eligió para rematarlo: “Esto no es como si recibieras una llamada y, seis meses después, te pusieras a trabajar”.

La curiosa elección de un periodo tan concreto no resultó arbitraria para algunos, ya que coincide con la que Cillian Murphy dispuso para el papel de Oppeheimer, tal y como le confirmó a Collider. “Christopher Nolan me telefoneó y me dijo ‘Estoy haciendo una película sobre Oppenheimer y me gustaría que tú interpretases a Oppenheimer’. Sólo tuve seis meses para prepararme”, explicó el actor en una entrevista publicada en agosto. En diciembre, todos la habían olvidado. Menos Bradley Cooper.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba